Que no me he olvidado de tí!!!

Lo que pasa es que ahora Mireia me absorve muchísimo tiempo y no tengo ni tiempo ni ganas de ponerme a escribir. Es que hasta la 1 de la mañana no consigo sentarme sola y tranquila delante del ordenador, y claro desde las 9 de la mañana sin parar, como que estoy agotadita a esas horas. Y antes de pasar por aquí me leo 3 foros, el facebook y a veces el correo, que tengo 2 cuentas.

Es que últimamente estoy enganchada a los foros y al facebook. Tengo muchas amigas que he hecho a través de ellos y cada vez que entro a ver los mensajes es como si estuviera con ellas tomando café en el salón de casa. Me siento la mar de agustito con ellas, es como si las conociera de toda la vida. Y sólo hace poco más de un año que las conozco.

Cuando me quedé embarazado mi cuñada Eva me recomendó echar un vistazo a un foro que hay en Enfemenino porque ahí podía ver comentarios y experiencias de chicas que están embarazadas y si tenía alguna duda o quería algún tipo de información que me ayudarían. Claro, yo no tenía ordenador, y mucho menos internet, pero un día en el curro, mis jefes se fueron de viaje, me acordé y me conecté. Encontré un grupo de chicas que esperaban a sus bebés para septiembre, como yo, y entré para ver lo que contaban. Y me quedé enganchada con ellas, porque al estar embarazadas de casi el mismo tiempo que yo tenían los mismos síntomas, problemas y dudas. Empecé a leerlas y unos días después me atreví a escribir, y desde entonces no he parado. Al principio solo escribía de vez en cuando, cuando me podía conectar en el curro. Luego me cogí la baja y después nació Mireia, y claro, no tenía ordenador, por lo que no pude seguir en contacto. Un día me conecté desde el móvil y empecé de nuevo a tener contacto con ellas, a contarnos nuestras historias personales y las cositas de nuestros bebés. Pero entonces sólo me podía conectar de vez en cuando, para que no me subiera mucho la factura del móvil. Después me compré el portátil y fue un desahogo, porque de estar escribiendo un montón de mensajes con el pulgar (porque desde el móvil solo me dejaba mandar mensajes cortos), pasé a escribir como las personas, con todos los dedos y todo lo que quería decir en un solo mensaje. Más adelante me llamó Movistar para ofrecerme una tarifa plana para navegar por internet con el móvil, y aunque al principio tuve muchos problemas con ellos, ya los he solucionado y me puedo conectar cuando quiero a través del móvil, conectándolo como un modem en el ordenador.

Ahora ellas son mis mejores amigas, a las que cuento todas mis alegrías y todas mis tristezas. Compartimos ideas y experiencias, pedimos opiniones y damos consejos. Nos contamos las cositas que nos pasan a diario, tanto con el curro, como con los familiares, las parejas y los peques. Ya te digo, que las leo y es como si me estuvieran hablando enfrente mía tomando un café. Y encima, a través de facebook he podido poner rostro a sus nombres, a sus palabras, y conocer también a todos los bebés.

Yo aquí tengo amigas, pero claro, cada una tiene su trabajo y sus hijos y sus familias y sus problemas, y solo nos vemos muy de vez en cuando. Con muchas de ellas ya sólo cuando coincidimos por la calle y nos ponemos a charlar durante 10 minutillos, y siempre acabamos con la misma frase: a ver cuando quedamos y nos tomamos un café. Pero nunca llega ese momento, así que no tenía a nadie a quien contar mis cositas. Menos mal que ahí estan mis cyberamigas para apoyarme y para escucharme. Las quiero un montón, casi como si fueran hermanas mías y sus hijos mis sobrinos.

Ya te iré contando cositas de todas ellas para que las vayas conociendo. Y a sus peques también.

Bueno, mi querido diario, te voy a dejar por hoy. Espero tener mañana un ratito de respiro y te cuento más cositas, que a mi cabeza vienen un montón de historias que quiero dejar plasmadas aquí, para que Mireia pueda leerlas cuando crezca.

Es increible, con lo que cuesta a veces empezar a escribir y luego según vas contando la historia te van viniendo ideas que también quieres contar y más ideas, y te vas de una cosa a otra, y luego parece la historia interminable. Y cuando al final consigues acabar, no tiene nada que ver lo último que cuentas con el principio de la historia. O por lo menos eso es lo que me pasa a mí.